“…declaraba que se debía tener una actitud comprensiva para lograr un cambio de personalidad constructiva; por lo tanto, la empatía no sólo se reduce al entendimiento del otro, las diversas investigaciones reiteran que, además, puede potenciar a las personas a mejorar en el plano individual y en sus interacciones. Dos trabajos más recientes desarrollados en el área educativa demostraron, por un lado, que la empatía permite proteger a los estudiantes del agotamiento académico(Nasello y Triffaux, 2020), y por el otro -en un estudio mexicano-, que el profesorado empático con mayor nivel cognitivo que afectivo tiende a desempeñar adecuadamente sus funciones(Vital Vaquier, Martínez-Otero Pérez y Gaeta González, 2020). Estas aportaciones abren nuevas oportunidades para continuar implementando estrategias que promuevan la empatía en el ámbito educativo.Como se ha mencionado y demostrado a partir de diversos estudios sobre la empatía, ésta La CoLmena 112 octubre-diciembre de 2021 ISSN 1405-6313 eISSN 2448-6302 brinda grandes beneficios en diversos aspectos del ámbito educativo; sin embargo, algunos autores agregan la importancia de desarrollar estrategias didácticas que estén más dirigidas a prevenir su 'erosión' que a aumentarla(Moreto, González-Blasco y Craice-de Benedetto, 2014).Dicha erosión hace referencia al deterioro de la empatía, la cual, al no ser considerada primordial en el currículo, podría llegar a tener un valor secundario y hasta desaparecer; lo que desencadenaría una pérdida considerable en las relaciones y en los vínculos asertivos adaptativos.Por otra parte, una limitación importante que se ha encontrado en el desarrollo de la empatía es que ésta es tan potente que al ser interiorizada intensamente tiene el potencial de 'quemar'(Barton y Garvis, 2019), es decir, lastima con la misma intensidad que la otra persona está experimentado, esto puede suceder si no se cuenta con las habilidades de reconocimiento y reflexión que sirven para marcar una clara distancia de la emoción transmitida por el otro.…”