“…Además, es importante considerar que los lugares de las comunidades no necesariamente son los lugares mismos del antes de la experiencia; o sea, la experiencia pedagógica no deviene de las representaciones socialmente incorporadas; por el contrario, esos lugares del ahora, del después de la práctica social, se movilizaron hacia los lugares del maestro, esos lugares donde el Otro es importante, generando nuevos lugares desde donde ver, ser y hacer en su comunidad, lo cual está en contravía de los hallazgos formulados porHansen (2013), quien asume que en las nociones de formación y anticipación imaginarias, con estudiantes de publicidad, los lugares del docente y del alumno devienen de las representaciones socialmente incorporadas.En conclusión, la experiencia logró evidenciar que los proyectos comunitarios se pueden desarrollar cuando se trabaja en equipo y cuando existe disposición de ayudar y aprender; además en los resultados se pudo contrastar una práctica cotidiana y una práctica de paz innovadora, debido a que fue evidente que en la experiencia, no solo se buscó cultivar y cosechar para su autoconsumo o su seguridad alimentaria, sino que en esta práctica se pretendió ir más allá, buscando la transformación desde lo social, para lograr vivir mejor y justamente desde allí brindar un aporte hacia la construcción de paz, por último es importante tener en cuenta estas prácticas, para que puedan ser replicadas en otros procesos comunitarios y educativos, que permitan considerar herramientas de la misma para proponer una escuela diferente.…”