“…Por tanto, lo gratuito se asocia con pobreza material y moral, es decir con las familias que no tienen la posibilidad o la voluntad para hacer un esfuerzo económico que mejore la educación de sus hijas/os, aunque fuera poco (Rojas, Falabella & Leyton, 2016). Los recursos focalizados hacia la pobreza, que se materializan desde la época de las PEP mínimas, multiplican progresivamente los criterios de focalización (resultados, discapacidad, etnia, territorio, sector profesional, nacionalidad), subordinándolos al criterio socioeconómico -excepto en algunos casos como el P-900 (Bustamante & Donoso, 2006). Estas PEP dirigidas a la pobreza se complejizan con el concepto de vulnerabilidad que abarca distintas dimensiones, creando dispositivos intersectoriales.…”