“…En Latinoamérica, a pesar de algunas contradicciones, los estudios coinciden en mostrar una creciente incidencia de estrés en estudiantes universitarios, alcanzando valores superiores al 67% de la población estudiada en la categoría de estrés moderada (Román y Hernández, 2011). El perfil universitario en la educación superior en México (Cruz y Cruz, 2008) requiere de la competencia de análisis e investigación para enfrentar y solucionar retos y desafíos del entorno, del manejo de tecnología y del dominio de un segundo idioma, lo cual, ante la carencia de recursos necesarios, principalmente económicos y de tiempo para cumplir con las peticiones de los trámites administrativos, o académicos entre otros, puede ser una fuente fundamental de estresores en este tipo de estudiantes. La mayoría de ellos tienen que trabajar, además, estudiar y cumplir con las cargas académicas en horarios mixtos (matutino y vespertino), con prácticas profesionales fuera de sus horarios de clase en aula, lo cual puede producir una sobrecarga de actividades que se presentan en sintomatología por estrés académico (Román, Ortiz y Hernández, 2008).…”