“…Por tal razón, la contraurbanización es también denominada "migración por amenidad"; expresión que pone énfasis en los movimientos de población vinculados a la percepción que las personas tienen respecto a que su calidad de vida será mejor en lugares alejados de la ciudad (Hidalgo, Borsdorf y Plaza, 2009;Janoschka, 2013;Vergara, Sánchez y Zunino, 2019). Independiente de la denominación específica, lo cierto es que este fenómeno de desplazamiento y creación de nuevos nodos de asentamientos humanos está transformando socialmente las áreas rurales, haciendo que la población nativa coexista con distintos tipos de habitantes neorrurales, estos últimos, con intereses variados (Méndez, 2014).…”