Ser e parecer en el mundo carcelario-evangélico: sobre las condiciones sociales de definición de la realidad

Abstract

Introducción al problema de las aparienciasUno de los principios de clasificación que rige los distintos dominios de la vida social, con sus numerosos acentos y matices, consiste en la diferencia entre el "ser o el parecer". Ella refiere a un criterio de distinción que hace blanco en el modo de ejercicio de los atributos sociales adheridos a la correcta interpretación de un personaje determinado. Para ser un profesor universitario, un sacerdote, un hombre de estado, un preso, un pastor o un chofer de colectivos, es necesario ajustarse, en un punto, a los roles que se interpretan y a las expectativas que suponen. En una palabra, es preciso construir un personaje convincente, creíble, como supo demostrar entre otras escuelas el interaccionismo simbólico. En contrapartida, los actores sociales se encuentran con la "mutua obligación de tomar al otro por lo que pretende ser", señalada tempranamente por Parsons (1967:137) en un periodo de tránsito y reformulaciones de su teoría de la acción. Este problema compartido de la vida social tiende a radicalizarse cuando se trata de condiciones intensivas de sociabilidad en el marco de instituciones de encierro. La cárcel traduce en términos amplificados situaciones cotidianas de la sociedad, generando sus propios mecanismos y procesos de resolución. Siguiendo esta clave de análisis podemos decir que el problema del "ser o el parecer" emerge en los pabellones cristianos del Sistema Penitenciario

“Una flor blanca en el pantano” : Efectos del encarcelamiento y productividad de circuitos cárcelo-barriales de religiosidad popular en la ciudad de Santa Fe, Argentina

“…Hablar de efectos productivos implica, entonces, identificar al interior de estos circuitos todo tipo de acciones, intervenciones, prácticas o dinámicas que van modelizando los espacios en el afuera, a partir del expansionismo de todo aquello que surge desde la cárcel y que coloniza con sus lógicas el afuera. A diferencia de los estudios que se han focalizado exclusivamente sobre las dinámicas de los pabellones cristianos (Algranti, 2011(Algranti, , 2012aBrardinelli & Algranti, 2013;Manchado, 2015aManchado, , 2019, aquí se demuestra que el familiocentrismo atraviesa y contamina todas las intervenciones religiosas, inclusive las intracarcelarias. Por lo tanto, al estudiar del pentecostalismo en contextos circuitales me vi obligado a implementar una estrategia que contemple su "continuidad analítica" (Cunha 2004, p. 156), tal como lo han realizado Cunha (2004Cunha ( , 2008, Godoi (2017) y Ferreccio (2017 en sus respectivas etnografías.…”