“…En la ciudad, se construye el documento "Diagnóstico tentativo y alternativas de desarrollo físico para la ciudad de Córdoba" desde la asesoría de planeamiento urbano de la Municipalidad, en el que se expresa preocupación por la extensión de la mancha urbana aunque se asume el crecimiento como resultado del "libre juego de las fuerzas económicas y sociales" con escasa participación del Estado (Caporossi, 2006). A partir de este documento, podemos decir que se genera un modelo de crecimiento de la ciudad, enfocado en el sistema físico y vial de la estructura urbana que se desarrolló a partir de "ejes preferenciales de desarrollo" tal como se indicaba en el modelo teórico, aprobado mediante ordenanza municipal en 1978 como "Esquema de ordenamiento urbano para la ciudad de Córdoba: año 2000" (EDOU) y luego aparecerá reafirmado en el "Esquema Director de Ordenamiento Metropolitano (EDOM)" en 1979 (Lemma, 2017). Como expresión de estas decisiones, intensificadas por la insuficiencia de servicios e infraestructura en la creciente ocupación periférica y dadas las dificultades con que se enfrentaban los gobiernos ante la crisis económica internacional, primaron los acuerdos para la inversión pública destinadas a la construcción de infraestructura vial y la red de servicios urbanos, mediante la modalidad de licitación: obra pública financiada por recaudación fiscal específica combinada con toma de financiamiento externo y ejecución de empresas privadas.…”