“…Esto equivale a considerar "los juegos de lenguaje matemático de diferentes formas de vida y sus semejanzas familiares y, por otro lado, los discursos eurocéntricos de la matemática académica y escolar" (KNIJNIK, 2012, p. 1), explicitando cuáles son sus parecidos, entrelazando el saber cultural con el escolar, "se podría decir, entonces, que los juegos de lenguaje matemáticos escolares y los no escolares se pueden pensar como epistemológicamente equivalentes, aunque, al ser examinados socialmente, sean desigualmente diferentes" (KNIJNIK, 2014, p. 153). ISSN 1980-4415 DOI: http://dx.doi.org/10.1590/1980 Esta epistemología de las matemáticas nos permite reconocer como tales a prácticas culturales de un grupo social que tienen unas reglas propias de legitimación, pero presentan semejanzas de familia con la matemática académica (OLIVERAS; BLANCO-ALVAREZ, 2016). Se generan, así, competencias científico-matemáticas mestizas de las dos formas de vida, la académica y la extraescolar, favoreciendo la interculturalidad, entendida como una construcción común elaborada con elementos culturales de varias culturas (OLIVERAS, 2006).…”