“…Con ello se evitaría que los padres y hermanos vengaran la ofensa» 71 .Asimismo, las mulatas y negras tenían prohibido ejercer la prostitución para evitar la mezcla de sangre que causaba tanto pavor en la época renacentista. Se tenía la creencia de que mantener relaciones sexuales con una negra o mulata procedente de lo que consideraban una raza inferior, contaminaba la sangre del varón de la impura de la mujer, lo que afectaba a su honorabilidad72 .En definitiva, a lo largo de los siglos XIV, XV y XVI, las mujeres públicas fueron supeditadas a diferentes normativas que, como se ha podido ver, respondían a diversos órdenes: público, fiscal, sanitario, de aislamiento y marginación social73 . Sin embargo, este periodo de prostitución reglamentada duró en Occidente hasta mediados del siglo XVI, cuando comienza una oleada de cierre de prostíbulos en los países de la Europa protestante.…”