Un aborto feminista es un aborto cuidado. Prácticas de cuidado en el socorrismo patagónico

Abstract

Resumen: Socorristas en Red (feministas que abortamos) es una red de alrededor de cincuenta organizaciones feministas que realizan acompañamientos de abortos con medicación en Argentina. Desde el socorrismo se realiza una acción política arriesgada dentro de las luchas por la legalización, despenalización y legitimación del aborto que se configura como una estrategia colectiva feminista apoyada en una serie de acuerdos políticos donde el cuidado asume un lugar destacado. A partir del análisis de entrevistas y observaciones, en este artículo nos adentramos en las nociones de cuidado de la salud de las mujeres que desarrollan las socorristas de dos provincias patagónicas, Río Negro y Neuquén. Nos proponemos analizar el entramado de prácticas colectivas que ponen en acto una definición que tensiona y desafía las nociones tradicionales de cuidado.

Acciones para el aborto seguro durante la pandemia: el caso de las prácticas de dos organizaciones de Argentina

“…El colectivo, que tuvo una notoria expansión en los territorios tras los debates y rechazo a la Ley de IVE en 2018, propone una concepción alternativa del cuidado como eje de intervención y praxis feminista y en contraposición a una cultura heteropatriarcal de reproducción de las asimetrías de género. Las prácticas de cuidado feministas que proclaman las Socorristas involucran aspectos como el trato horizontal y la escucha atenta, el despliegue de afectos y empatías, y el acompañamiento situado para potenciar la toma de decisiones y el desarrollo de autonomía en mujeres que optan por abortar (11).…”

“…La dimensión operativa de SenRed se articula en torno a cuatro momentos. Un primer contacto telefónico entre quienes buscan abortar y las activistas donde se procede a generar una escucha atenta hacia quien llama, en la procura de calmar ansiedades, temores, angustias y dar seguridad (11). Allí, se pauta un encuentro presencial (segundo momento) en un espacio de circulación pública -plazas y espacios abiertos -que habitualmente llevan adelante dos activistas y al que asisten las personas que procuran interrumpir un embarazo y, en el caso que así lo deseen, personas de su confianza -parejas, amigas, familia.…”