“…De esta forma, con especificaciones de contexto y análisis de relaciones de poder, surgen estudios que caracterizan al ejercicio de la diplomacia china en términos positivos o negativos para con ciertos países o regiones (Avendaño Miranda, 2013;Lynch, 2013;Roy, 1996). También, ciertas investigaciones interpretan que la diplomacia china tiene el fin de proyectar una imagen específica al resto del mundo (Losada Olmos, 2013) por medio de su retórica (Corkin, 2014) e incluso sugieren la posibilidad de procesos hegemónicos mediados por el discurso (Beeson, 2009;Liebman, 2005;Roy, 1997). Aquí es importante resaltar, desde un punto de vista teórico, que toda orientación hegemónica de un discurso pone énfasis en la construcción de argumentos uniformes, distanciados de los "hechos", para satisfacer condiciones de control y reproducción (Davies, 2011).…”