“…Según Savigliano (1995, p. 50), las mujeres, indistintamente prostitutas y bailarinas, mediatizaron a través de sus cuerpos las relaciones entre hombres de todas las clases, razas y etnias; justamente, en este origen de exilios, angustias y escasez de mujeres se impondrían complejos juegos de poder que se expresan en términos de género en las propias dinámicas del tango: "Aunque no hay duda de que él es quien lleva y ella quien es llevada, ella puede anticipar cada paso siguiente de él incluso antes de que él lo piense" (SAVIGLIANO 1995, p. 53). A pesar de que el tango romántico se fue imponiendo sobre el rufianesco, este estilo arcaico no desaparece del todo en Buenos Aires y las alusiones de carácter sexual en el lenguaje de algunos maestros aún perduran (CAROZZI, 2019). Podríamos decir, contando con Camba (2016Camba ( [1913), Kanai (2015) y Savigliano (2010), que el tango se reconstruye pasando por diversos procesos de blanqueamiento -expulsando a la población negra progresivamente del circuito y del territorio -y de adecentamiento -de sexualización -; son procesos que se producen en varias direcciones: tanto en los centros-periferias de las urbes -que sufren sucesivas gentrificaciones-como en las múltiples exportaciones e importaciones de la mercancía tango desde Buenos Aires y Montevideo a París y a grandes ciudades del resto del mundo.…”