Therapeutic approach in Class I malocclusion with impacted maxillary canines

Abstract

Objective: To emphasize the importance of diagnosis and discuss the therapeutic approaches that can be used in the orthodontic treatment of Class I malocclusion associated with two impacted maxillary canines. The opening of spaces for traction of these teeth by means of rapid maxillary expansion or extraction of maxillary premolars was contraindicated in the case reported. Therefore, it was decided to open spaces with projection of incisors. Results: The obtained results were satisfactory, as a good occlusion was obtained, with adequate functional guides, as well as an improvement in the facial appearance. Conclusion: The projection of the incisors prior to traction of the impacted maxillary canines proved to be a valid option in the case described. Ten years after completion of treatment, the case is stable, maintaining periodontal health.

Efectos adversos en la tracción ortodóncica de piezas impactadas en el segmento anterior de los maxilares: revisión narrativa

“…Becker et al ( 2013), concluyen que, en el diagnóstico de dientes impactados, la tomografía computarizada de haz cónico por ser de sensibilidad y especificidad sigue siendo el más óptimo que las radiografías planas convencionales, las tomografías permiten diferenciar y precisar con exactitud, así como también permite identificar la extensión y profundidad de la reabsorción radicular de las piezas adyacentes. Los autores coinciden que los caninos maxilares tienen una prevalencia de erupción ectópica o impactación del 1% al 3%, la impactación canina, es más frecuente por palatino que en vestibular, Kachoei et al ( 2019) manifiesta que están posicionados palatalmente en el 85% de los casos, mientras que Borzabadi (2022), determinó que la impactación de los dientes permanentes fue con una prevalencia del 2,9% al 13,7%, siendo los caninos y segundos premolares los más afectados (Becker et al, 2013;Da Silva et al, 2017;Quirynen et al, 2000;Grenga et al, 2021;Pithon, 2022). Costa et al (2012) en su artículo cita la incidencia de impactación canina y oscila entre el 0,92 y el 2,2%, llegando hasta el 2,56% de los casos.…”

“…Kiliç y Oktay, 2017, indica que el uso de materiales como hilos elásticos y cadenas elastoméricas, se debe tener en cuenta una mayor verificación de la magnitud y dirección de la fuerza, sin tener en cuenta el material usado, la dirección de la fuerza inicial debe estar alejado del diente impactado para evadir la lesión de los dientes vecinos. Pithon (2022), hace referencia que las aplicaciones inadecuadas de la fuerza como el uso de cadenas elastoméricas puede causar efectos secundarios no deseados como: el choque de las coronas caninas con las raíces de los dientes adyacentes, lo que conlleva a la reabsorción radicular, se sugiere evitar fuerzas excesivas para evitar grandes áreas de hialinización, por ende, se debe mantener en mínima cantidad. Kiliç y Oktay, 2017, considera que seguidamente del tratamiento ortodóncico de caninos impactados y/o transpuestos debe ser tratado por el deterioro a las estructuras adyacentes y la salud periodontal del canino lesionado.…”

“…La utilización de las cadenas elastoméricas puede provocar fuerzas diferenciales que crean una tracción directamente en la línea del arco, además, el uso de botones con ojal unido a un alambre o cadenas de ligaduras adheridas a la corona del diente cerca del borde incisal para el máximo control del movimiento, su activación se lleva a cabo, cada 3 semanas (Quirynen et al, 2000). Fuente: Del autor Otras alternativas encontradas fueron el uso de bobinas como: la bobina abierta de Ni-Ti (open coil) proporcionando un espacio adecuado para la tracción ortodóncica (Noorollahian & Shirban, 2018), la bobina pasiva (close coil) de níquel-titanio se utilizó para mantener el espacio en el arco (Pithon, 2022). El uso de bobinas con diferentes cantidades de fuerza con tracción de caninos superiores múltiples en dientes impactados bilateralmente podrían lograrse mediante una activación de 1 mm o 2 mm con un nivel de fuerza de 0,16 N y 0,32 N (Schubert et al, 2016).…”