“…Desde la academia dominan las sociedades cooperativas como figuras de organización empresarial más estudiadas y representativas de la ess (de León y Rivera, 2019), al ser consideradas estrategias masivas de gestión para el fomento de la economía social en Latinoamérica (Graterol et al, 2010) que, en términos institucionales, han recibido mayor atención respecto al otro conjunto de entidades asociativas de tipo ejidatario o rural, asociaciones de producción rural, empresas familiares, microempresas, bancos éticos o comunitarios (Rojas y Cañedo, 2020;Berrelleza-Rendón y Cruz-Ayuso, 2017). Para estas se ha contribuido con la construcción y validación de instrumentos conceptuales y metodológicos para evaluar sus principios organizativos (Franciscovic et al, 2016), factores de desempeño económico y social que determinan el éxito o fracaso de los emprendimientos del sector social (González et al, 2019;de León y Rivera, 2019), así como sus dinámicas internas (Coria et al, 2020;Gordon, 2005), los impactos y desarrollo de política pública sobre ess (Berrelleza-Rendón y Cruz-Ayuso, 2017; Antón et al, 2013), así como comunicación y difusión de recomendaciones para su mejora administrativa y organizacional (Alvarado-Borrego et al, 2017).…”