“…Existen discursos que se fundamentan en la idea de que el aumento contingencial de pesonas negras en las universidades a través de las cuotas puede culminar en un rebajamiento cultural, tecnológico y educacional en las universidades. Otros fundamentan sus discursos en torno a la idea de que, debido a que Brasil es un país fuertemente mestizado, es difícil definir criterios de clasificación de raza; otros discursos señalan, además, que no existe prejuicio racial, sino que en Brasil existe una democracia racial y que, por esto, las cuotas raciales no son necesarias, sin embargo, apoyan la reserva de plazas para personas de estatus socioeconómico bajo (Camino et al, 2014;Costa Júnior, 2013;Duarte, 2008;Nunes, 2009;Schulz & Wienke, 2012;Peixoto, Silva & Wolter, 2018).…”