“…Rubio et al 79 describieron un caso descubierto en la mucosa gástrica; y Sauvat et al 80 publicaron lo que el autor considera como el primer caso conocido en pediatría de un QB relacionado con el esófago abdominal, y que había sido diagnosticado como un tumor hepático. Orellana et al, 81 en 2007, colectaron 39 casos de la literatura mundial de QB retroperitoneales y comunicaron otro caso con diámetro mayor de 10.8 cm localizado en suprarrenal izquierda. La gran variedad y lo bizarro de las manifestaciones sintomáticas, de acuerdo con la localización, tamaño y relación del QB con diferentes estructuras, así como su capacidad para mimetizar a la perfección múltiples cuadros clínicos, dan cabida a la intervención de varias especialidades médicas en el diagnóstico y tratamiento de la anomalía.…”