Participación familiar en la etapa de educación primaria

Abstract

Acercarnos a la participación de las familias en los contextos escolares desde planteamientos dicotómicos resulta un posicionamiento reduccionista. Hablar exclusivamente de familia participativa versus no participativa supone negar la diversidad de formas de relación que se desprenden del compromiso de actuación total o parcial que la familia adquiere entre las diferentes alternativas que le ofrece la institución escolar. Con la intención de conocer los distintos perfiles de participación familiar en el proceso educativo del alumnado de educación primaria en España, se realizó una investigación cuantitativa no experimental de carácter nacional, en la que se aplicó un cuestionario a 5 mil 627 familias. El análisis de conglomerados realizado muestra la configuración de cuatro perfiles de participación familiar, los cuales, en orden descendente, han sido denominados: perfil participativo no normativo, perfil participativo normativo, perfil no participativo con sentimiento de pertenencia y perfil no participativo.

Promotion of the participation of families and the community in educational institutions of basic education

“…Ello significa que el grado de participación de los padres y también de los aliados estratégicos de la comunidad o sociedad es mayor cuando hay signos de maltrato y/o violencia en los centros educativos. Si bien, en los resultados anteriores trasluce una participación colectiva, la mayoría de las investigaciones denotan que las familias ejercen casi siempre una participación individualizada (García et al, 2016). Ello quiere decir que, la comunicación que entablan con los docentes y la IE es propia por interés de lo que le sucede a su hijo/a, y son ellas quienes deciden de qué manera y en qué momento participar dentro de las posibilidades y limitaciones que la escuela les brinda (Stefanski et al, 2016).…”

“…Inclusive, los investigadores caen en cuenta que la participación de las familias no precisamente tiene vinculación con el nivel de estudio o los recursos que dispone en el hogar (García et al, 2016), como muchas veces la escuela lo relaciona. Sino también cuenta el nivel de motivación, confianza y seguridad que puedan percibir (Medina, 2016), de la forma como la escuela entiende el hecho de participación, puesto que mayormente se toma en cuenta la participación familiar a un aspecto financista con el fin de apalear las necesidades surgidas, alejándosele ampliamente del sentido actual, acompañar en el aprendizaje y entablar una cultura de democratización de la existencia institucional, impidiendo así la reestructuración del conocimiento surgido en la comunidad y sus epistemes (Jiménez y Kreisel, 2018).…”

La colaboración familia-escuela: revisión de una década de literatura empírica en España (2010-2019)

“…Sí se encuentra, en cambio, una menor frecuencia de ayuda con las tareas escolares en el hogar o en el apoyo cuando hay problemas con los estudios (Etxeberría e Intxausti, 2013; Garreta y Llevot, 2011;Mínguez et al, 2019). Probablemente, debido a la existencia de estos matices, los trabajos en los que se han establecido perfiles familiares a partir del estudio de las prácticas de colaboración muestran que las familias de origen inmigrante no se sitúan en el nivel más bajo de implicación, sino que se encuentran en una posición intermedia, ligeramente por encima de otros colectivos de familias de origen autóctono (Lozano et al, 2013;García-Sanz et al, 2016).…”

Modelos teóricos de la implicación familiar: responsabilidades compartidas entre centros educativos, familias y comunidad

“…Como ejemplos que pueden condicionar la calidad de la participación parental en la educación de sus hijos e hijas adolescentes sobresale las particularidades de la relación con la familia extensa, amistades, idiosincrasia del entorno laboral de los progenitores, vecindario, medios de comunicación, servicios sociales, de salud, justicia, etc. (Martínez-González y Álvarez, 2005;García, Hernández, Parra, y Gomáriz, 2016).…”