Las enfermedades causadas por Taenia solium en el humano, a la fecha, se encuentran categorizadas dentro de las "enfermedades desatendidas" y son consideradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el International Task Force for Disease Eradication (ITFDE), como un problema de salud humana y porcina potencialmente erradicable, que exige la implementación de procedimientos de diagnóstico sensibles, específicos y confiables, los cuales, a pesar de los esfuerzos de la comunidad científica, aún son insuficientes.Sin embargo, y aunque las cifras son poco confiables, la OMS estima que en el mundo, aproximadamente, 50 millones personas están infectadas con T. solium y que cerca de 50.000 mueren anualmente por cisticercosis. En Colombia, las enfermedades causadas por T. solium, son prevalentes y la manifestación neurológica es la enfermedad parasitaria humana del sistema nervioso central más importante.El diagnóstico definitivo de estas enfermedades está basado en técnicas que permiten la detección directa del parásito, las cuales se desempeñan eficientemente en el diagnóstico de la teniasis, pero que son en muchos casos inespecíficas, para la detección de cisticercos en tejidos, además de costosas y poco accesibles. En este sentido y sabiendo que en la cisticercosis se induce una respuesta inmunitaria humoral mediada por anticuerpos, los resultados seropositivos se han convertido en un marcador diagnóstico importante y la OMS establece entre sus criterios diagnósticos, una serológica positiva, la cual, en combinación con otros criterios, permite un diagnóstico definitivo de cisticercosis.Muchas de las técnicas serológicas empleadas a la fecha para el diagnóstico de esta parasitosis, usan como fuente de antígeno, mezclas proteicas (antígenos crudos somáticos totales, semipurificados o glucoproteínas), cuya obtención requiere de la disposición de diferentes estadios parasitarios (huevos, larvas o adultos) y, por tanto, de diferentes modelos animales y procedimientos laboriosos; todas estas características conducen a datos variables y discordantes de sensibilidad, especificidad y reproducibilidad, en las técnicas que utilizan este tipo de antígenos.Como una alternativa razonable para superar estos obstáculos, desde hace algunas décadas se inició la manufactura de proteínas heterólogas, usando técnicas de ingeniería genética, las cuales proveen los medios necesarios para obtener calidad y cantidad de antígenos, de los cuales se conozcan sus características moleculares y bioquímicas, es decir, antígenos de "segunda generación".El desarrollo de las tecnologías del ADN recombinante ha mejorado la efectividad de las pruebas utilizadas para la detección de anticuerpos, al prescindir del organismo natural como fuente de proteínas y permitir estudiar de forma individual la potencialidad de un antígeno para el serodiagnóstico. Estas técnicas también hacen posible contar con las secuencias de ADNA que codifican para las proteínas y la secuencia de sus aminoácidos, abriendo la puerta a un estudio más profundo de estas macr...