“…No obstante, diversas investigaciones sugieren que muchos productores ya se preparan y se adaptan para las fluctuaciones del clima realizando acciones para minimizar las pérdidas que podría generarles entre las que destacan, emplear variedades más resistentes, cosechar agua y fomentar mezclas de cultivos (Altieri & Nicholls, 2008;Moreira & Castro, 2016;Viguera et al, 2019). También se exploran alternativas para darle valor agregado o para diversificar la producción, destacándose el café de especialidad, la generación de marcas locales y los subproductos y derivados, así como la búsqueda de mercados más rentables con base en criterios de responsabilidad socio-ambiental (Pérez-Akaki, 2009). De esta forma, la adaptación de los caficultores al cambio climático puede definirse como un proceso de ajuste al clima y sus efectos, para tratar de moderar o evitar los daños, así como aprovechar las oportunidades que ello genera (IPCC, 2014).…”