“…Esta muesca en un ciclo de las migraciones en España que, desde los años noventa y hasta ese momento, habían registrado un crecimiento incesante, relegando a la anécdota, cuando no a la insignificancia estadística, a las salidas del país, se declina no solo en la reducción de las llegadas, sino también en un incremento de la emigración, tanto bajo la forma de retorno de inmigrantes, como de reemigración y emigración autóctona (López-Sala y Oso, 2015), comenzando a despertar un interés no solo mediático y público-político, sino también académico (Aja et al, 2012;Cachón, 2014;Domingo y Blanes, 2015;Glorius y Domínguez-Mujica, 2017;Betrisey et al, 2017).…”