“…En otras narraciones las negras y mulatas participan en la elaboración de comidas típicas de la región y, excepcionalmente, en el conocimiento de las curaciones tradicionales. Pero, en definitiva, en la narrativa de inspiración folklórica de Draghi Lucero los negros no hacen más que reproducir, en un tiempo lejano, sin brillo propio, algunas tradiciones criollas que por esos años distintas expresiones del criollismo pretendían rescatar de la moribunda (pero no desaparecida) impronta espiritual de la nación"(Adamovsky, 2014(Adamovsky, , 2016.En el registro mitológico, por otra parte, donde la narrativa presenta en oposición elementos simbólicos que canalizan una opción axiológica (el bien contra el mal), el negro aparece recurrentemente a través de la figura del diablo, en cinco de los trece cuentos que componen la obra (El Cuerpo sin Alma, El Negro Triángulo, El mal guardián, El media res, ¿Te acordás, patito ingrato? ), representado como un hombre moreno o negro, generalmente, alto y de gran tamaño, referido con apelativos como mandinga, Ángel Negro, Negra Potestad, el Malo, negrazo y negro pilón.En tanto el diablo es representado como un ser humano común, aunque con poderes sobrenaturales, es recurrente que se exprese con los mismos términos que los hombres comunes (siempre es un varón) y que tenga usos y costumbres propias de estos.…”