“…Todos estos, y otros tantos trabajos, ponen en evidencia que se está ante una realidad cada vez más visible y alertan sobre la propagación del discurso de odio en redes. Pero queda pendiente aún profundizar en el estudio de las lógicas del comportamiento del racismo -del discurso racista-de una forma sistemática y profunda desde un enfoque de investigación interpretativo, para conocer y dimensionar sus particularidades en los espacios digitales(Martín-Godoy, 2018;.Por su parte, la investigación sobre nuevas formas de participación sociopolítica, concomitantes a la expansión y generalización del uso de los medios y redes sociales digitales, está consolidándose desde 2011 y es un campo de estudio que continúa en expansión. En este sentido, la investigación se está realizando especialmente desde la sociología y las ciencias de la comunicación, especialmente interesada sobre cómo la ciudadanía participa de los debates políticos en periodos electorales (Alonso-Muñoz & Casero-Ripollés, 2018); sobre los movimientos ciudadanos acaecidos en todo el mundo a partir de las movilizaciones de 2011 -15M, Occupy Wall Street, 20F, YoSoy132, etcétera-y su vinculación con las redes sociales digitales(Castells, 2012); y, de forma particular, sobre cómo los feminismos/ciberfeminismos(Sádaba & Barranquero, 2019) o -incipientementeel movimiento Black Lives Matters(Tillery, 2019) funcionan, actúan y se expanden a través de las redes.En este trabajo se asumen estos procesos como nuevas formas de contestación, pero además se incluyen aquellas interacciones comunicacionales que no se definen a sí mismas como "activistas", que no se sitúan bajo el paraguas de un movimiento social predefinido, pero que no por ello dejan de suponer una forma más de participación social/civil y de ejercicio de democracia digital(Dader, 2001;Hague & Loader, 1999), que expande -y no limita-las formas de participación ciudadanas tradicionales.…”