Los linfomas cutáneos primarios se definen como linfomas no Hodgkin que se presentan en la piel, sin evidencia extracutánea de la enfermedad en el momento del diagnóstico y, como regla general, permanecen allí durante al menos seis meses. Diferentes alteraciones de las vías de la apoptosis son responsables en gran medida de la patogénesis de los linfomas cutáneos. Los enfoques terapéuticos futuros deben apuntar a restaurar la expresión del receptor de la muerte, que se deben combinar con moduladores de moléculas inhibidoras y con estimuladores de los demás mecanismos implicados en la apoptosis.