“…Entre los grandes efectos del NPM en las políticas sanitarias se mencionan: i) priorización del criterio de eficiencia sobre la justicia (Molina et al, 2018); ii) la instrumentalización del trabajo en una perspectiva de actuación por evaluación de desempeño (Laurell, 2016); iii) servicios de salud que pasan a ocupar la competencia del mercado, lo que compromete la autonomía e implementa el ideario de la libre elección (Roque et al, 2015;Tingvoll et al, 2016); iv) decisiones que antes eran del Estado ahora están en manos de privados (Goyenechea, 2019;Boccardo et al, 2020;v) aumento de recursos que destina el Estado al sector salud, lo que por veces disfraza el rol subsidiario que asume el Estado (Goyenechea, 2019); vi) aumento de inequidades con adoptar paquetes de bajo costo (coberturas de atención) (Goyenechea & Sinclaire, 2013;Moraga-Cortés et al, 2021); entre otros. Según Casetti (2014), el surgimiento del NPM proponía que organizaciones públicas y privadas fueran similares, así como que el trabajo de los gerentes pudiera reflejar capacidad de uso más eficiente de recursos.…”