“…En el caso de Oaxaca, a partir de una encuesta a 73 hogares de tres comunidades y análisis químicos y microbiológicos, se comparó la calidad percibida con la calidad real en diversas fuentes de agua, encontrando una baja calidad del recurso hídrico en contraste con la buena calidad que, de manera general, las personas entrevistadas percibían (Rowles III et al 2018). Benez, Kauffer Michel y Álvarez Gordillo (2010) analizaron, a partir de 40 entrevistas, la percepción sobre los cuerpos de agua superficiales y las principales fuentes de contaminación, así como los factores contextuales y culturales que influyen, identificando las soluciones y responsabilidades relacionadas con las problemáticas percibidas en la microcuenca Fogótico de los Altos de Chiapas. En el caso de los estudios realizados en la costa chiapaneca, Faviel Cortez, Infante Mata y Molina-Rosales (2019), exploraron las percepciones en cuanto a calidad, disponibilidad y accesibilidad al agua a partir de 105 entrevistas con preguntas cerradas en ocho comunidades, encontrando disparidades entre la calidad analizada y la percibida por las personas tanto en agua entubada como en el agua embotellada (de garrafón) que consumen.…”