“…[8][9][10] Los mecanismos de acción de los agentes infecciosos asociados con la enfermedad diarreica son muy diversos, ya que mientras los virus no suelen inducir respuesta inflamatoria, en las infecciones por bacterias enteroinvasoras pueden presentarse evacuaciones con moco y sangre, además de leucocitos en las heces. [2][3][4]6 En contraste con la disminución en la mortalidad asociada con enfermedad diarreica en México en la última década, [11][12][13][14] su prevalencia se ha mantenido estable e incluso muestra una tendencia ascendente hacia el final de la década de los noventa, 11,12 por lo que es evidente que este problema de salud sigue siendo un motivo de consulta frecuente y cotidiano en el primer nivel de atención.…”