La estructura dinámica actual de la sociedad implica un mayor riesgo en la toma de decisiones, lo cual implica un nivel de asertividad mucho mas estructural f rente a las acciones que posibilitan el avance de la gestión de conocimiento y la consolidación de un ambiente justo y equitativo. Aunado a esta emergencia, la digitalización, acelerada por el COVID-19, y transformacional por las innovaciones en la gestión organizacional (Restrepo, et al., 2016; Meza, H., et al., 2015; Silvera, et al., 2016), se encuentra la inclusión social que emerge como una necesidad latente y permanente en la sociedad moderna, focalizada en la población en situación de vulnerabilidad, lo que convierte a este escenario de equidad e inclusión social en un fenómeno transformacional complejo, cuyas aristas se verán mas visibles en la medida en que la gestión de conocimientos social, cultural e innovador sean capaces de construir ambientes idóneos para su comprensión y abordaje.