“…Esta es una actividad que consigue salvar vidas y tiene un gran respaldo social porque es entendida como un proceso riguroso, basado en la generosidad de la persona que desea ser donante o en sus familiares cuando actúan como representantes. Como recomendamos en el artículo de Escudero et al 4 , es fundamental explicar a la familia, una vez han aceptado la limitación de tratamiento de soporte vital (LTSV), la posibilidad de donación de órganos. En este caso tenemos 2 opciones: 1) Extubación terminal y muerte por criterios circulatorios, y 2) Craneoplastia con vendaje y muerte por criterios neurológicos o muerte encefálica.…”