“…Estudios realizados en Estados Unidos de América, Canadá, México, China y España presentan que los adolescentes con elevados niveles de autoestima y autoeficacia tienen menos probabilidades de consumir alcohol, que aquellos con baja autoestima y baja autoeficacia (Bartsch, King, Vidourek & Merianos, 2017;Frayre et al, 2016;Richardson, Kwon & Ratner, 2013;Tabernero et al, 2019;Wu, Wong, Shek & Loke, 2014), aunado a que la autoestima y autoeficacia son factores que pueden proteger al adolescente del inicio del consumo, uso y abuso de alcohol (Frayre et al, 2016;Richarson et at., 2013;Tabernero et al, 2019). Por otra parte, estudios realizados en Argentina, Estados Unidos de América, México y Nueva Zelanda han identificado que la autoestima y autoeficacia alta se vinculan con una mayor ingesta de alcohol, comportamiento que no es recomendable en el adolescente debido a la etapa de desarrollo en la que se encuentran, factor que los expone a situaciones de riesgo que pueden repercutir gravemente en su vida, dado que el alcohol es considerado la droga de inicio y escalada para el consumo de drogas ilícitas como la mariguana y cocaína; incrementando el riesgo de desarrollar un consumo excesivo o dependencia en el adolescente, favoreciendo la repetición continua de patrones de consumo durante la edad adulta (Blanck, Connor, Gray & Tustin, 2016;Calero, Schmidt & Bugallo, 2016;Neumann, Leffingwell, Wagner, Mignogna & Mignogna, 2009;Gámez-Medina et al, 2016).…”