“…En la misma línea temática, Matías (2012) presenta una revisión de los últimos avances en el estudio de la dinámica poblacional de especies arbóreas en sus límites altitudinales y latitudinales y cómo su distribución se ve afectada por los cambios en el patrón climático. Además, analiza cómo los efectos de las variaciones en el clima pueden actuar conjuntamente con otros efectos indirectos, como es el caso de las alteraciones en algunas interacciones bióticas, entre las que destacan los cambios de distribución y presión de plagas, patógenos o herbívoros Para finalizar este monográfico, Hódar et al (2012), usando como hilo conductor a la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), señala la necesidad de un abordaje más integral para la futura gestión de las plagas forestales. Mientras que el efecto del clima es reconocido (la procesionaria, por ejemplo, se ve afectada de forma positiva por los incrementos de temperatura durante el invierno), se muestran las posibilidades de una estrategia de prevención basada en el manejo del hábitat, que consiga bosques más diversos en estructura y composición específica, más resistentes y resilientes no sólo frente a las plagas, sino a los diversos tipos de perturbación que se adivinan para los años venideros.…”