“…También se han descrito como reacciones inflamatorias subaracnoideas producidas por infecciones, traumatismos, procesos isquémicos, tumores, neurocirugías y hemorragias cerebrales (Choi & Kim, 1998;Matushita et al, 2018;Mustansir et al, 2018), lo cual conduce a una acumulación patológica de LCR que se caracteriza por la presencia de células inflamatorias y depósitos de hemosiderina, los macrófagos secretan factores proinflamatorios como la IL-1β y TNF-α los cuales activan las vías de señalización de las células endoteliales para iniciar la cascada inflamatoria que promueve células y factores inflamatorios, esto dará lugar a un bucle de retroalimentación positiva por liberación de moléculas de adhesión, lo cual exacerba la reacción inflamatoria (Li et al, 2019).…”