“…Esta segunda implicancia es ambivalente. Si por un lado el rótulo "ornamental" puede parecer peyorativo, precisamente porque el ornamento se trata de una representación no sustancial, de un cosmético que flota sobre el ente ornamentado, su uso se vuelve crítico 32 . Si volvemos sobre el Palacio Rucellai la sensación de inseguridad no puede sino crecer.…”