“…Este modo de acercarse a las redes, favoreciendo un análisis de los modos de producción y circulación, sin intervenir sobre los textos individuales, ha tenido especial calado en las redes con interfaces de programación abiertas, como Twitter, pero su uso con Instagram es limitado. En parte, como explica Rose, porque las imágenes permiten identificar a los individuos representados, lo que plantea problemas éticos(Rose, 2019), y en parte, sin embargo, por cuestiones económicas.En Twitter o YouTube, los estudios han sido particularmente fructíferos cuando se ha tratado de analizar volumen y contenido en la comunicación política(Kligler- Vilenchik et al, 2020), en los estudios de género(Giraldo-Luque et al,2018;Regueira, Ferreiro, & Vila, 2020) -aplicando técnicas de web scrapping al estudio de la representación de la mujer en YouTube o el screen scrapping para analizar más de 100 mil tuits en el movimiento #NiUnamenos-, así como durante la pandemia de la COVID 19(Babvey et al, 2020;Cinelli et al, 2020;Orduña-Malea et al, 2020). En campos como el marketing, el análisis computacional de redes es una práctica consolidada(Harrigan et al, 2020;Purba et al, 2020;Tafesse & Wood, 2020).Estos métodos cuentan con un alto nivel de desarrollo y con opciones de código abierto y gratuitas(Arcila-Calderón et al 2019), y reducen la carga de trabajo y el tiempo necesarios para obtener y estudiar datos de redes sociales.…”