“…La consolidación de un ecosistema de medios eminentemente digital ya propició que en los perfiles clásicos de la comunicación sean necesarias competencias que contemplen requerimientos tecnológicos (Armendáriz, 2015;Besalú, Schena y Sánchez, 2017;Sánchez y Fernández, 2018) y que, dependiendo de la intensidad de involucramiento con dichos conocimientos técnicos, se determine el nivel profesional de los sujetos (Fuller et al, 2018). Ante la importancia que cobra la comunicación para el mercado publicitario en medios sociales y/o el posicionamiento en la web, se han destacado cambios en las estructuras laborales, para hacerlo de la forma más eficiente posible, aumentando las funciones vinculadas (Álvarez, Núñez y Olivares, 2018;Schultz, 2016) o la complejidad en los procesos de trabajo (Perlado, Papí y Bergaz, 2019). En consecuencia, se ha estimulado el reciclaje de profesionales para dar respuesta a las necesidades que trae el despliegue tecnológico en la actividad publicitaria.…”