“…Otros riesgos psicológicos muy estudiados están relacionados con el cyberbullying, el acoso online o el aislamiento social (Vivas & Torres, 2011). Estudios psicosociales más recientes dan cuenta también de aspectos positivos relacionados con el uso de los entornos virtuales, como son el desarrollo de la consciencia (Gackenbach, 2006), la expresión, control interpersonal, el juego, el desarrollo de la identidad (Johnson & Kulpa, 2007;Linares, Subrahmanyam, Cheng, & Guan, 2011;Schimitt, Dayanim, & Matthias, 2008), la socialización, la comprensión intercultural (Reich, Subrahmanyam, & Guadalupe, 2012;Tuzel & Hobbs, 2017;Willoughby, 2008), habilidades específicas como las de atención (Subrahmanyam, Greenfield, Kraut, & Gross, 2001), el desarrollo intelectual, la motivación para aprender, el empoderamiento personal, la inteligencia colectiva (Guan & Subrahmanyam, 2009;Tran & Subrahmanyam, 2015;Willoughby, 2008;Woolley, Aggarwal, & Malone, 2015), la resiliencia ante problemas asociados con las discapacidades (Suriá, 2015), y el uso terapéutico en personas con trastornos anímicos (Manzoni et al, 2016). Diferentes autores recogen los hallazgos de la investigación empírica en teorías parciales para explicar, por ejemplo, el comportamiento dependiente en medios digitales (Vivas & Torres, 2011) o la preferencia de la comunicación "on-line" sobre la presencial (Johnson & Kulpa, 2007).…”