“…Se concluye en este sentido acerca de una incipiente y escasa explotación del potencial educomunicativo de las redes sociales en orden a preservar la sostenibilidad de los destinos con un enfoque amplio que suma, a las tres dimensiones tradicionales: económica, medioambiental y social, una relativa a la salud (Álvarez y Paniza, 2020; Corallo et al, 2018;Ramos et al, 2019; WTO, 2017a/b) con relación a crisis como la de la covid-19 (Camarinha et al, 2021;Huertas et al, 2020). Asimismo, la falta de compromiso constatada tanto por parte de las OMD como de los influenciadores, en lo que a comunicación y educación sobre covid-19 se refiere, desvela una política de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que no parece integrar objetivos educomunicacionales (Martínez et al, 2021) orientados a garantizar la sostenibilidad de los destinos. Sin embargo, y aunque la escasa presencia de publicaciones sobre covid-19 contradice las recomendaciones generales gubernamentales y el clamor popular respecto de la RSC, y de manera específica en el ámbito turístico de la Destination Social Responsibility (DSR) (Su et al, 2018;Su, Gong et al, 2020) y de la Tourist Social Responsibility (TSR) (Chilufya et al, 2019), la realidad a nivel de involucramiento muestra una perfecta adecuación de las estrategias de comunicación de las OMD y de los influenciadores a sus seguidores.…”