Históricamente, las ciudades costeras brasileñas se establecieron sin una planificación adecuada, frecuentemente dejando de lado algunos aspectos básicos, como los sistemas de saneamiento. Por lo tanto, las aguas residuales y de drenaje urbanas terminan en el mar, en la mayoría de los casos, donde producen impactos negativos sobre el medio ambiente, la salud pública y la economía. La situación sigue siendo bastante complicada, dado el enorme retraso en la adecuación de las ciudades respecto a la recogida y destino final de las aguas residuales, y un panorama aún más preocupante se refiere en al drenaje urbano. Es fundamental que se dé prioridad al saneamiento en las ciudades costeras, considerando los objetivos de sostenibilidad establecidos en la Agenda 2030.