“…Algunas estrategias fueron: reducir el lenguaje clínico, usar materiales pictóricos y audiovisuales, ajustar a preferencias dietéticas de pacientes (Campos, 2007;Kent et al, 2013;McEwen et al, 2010). En este sentido, nuestros hallazgos concuerdan con los de estudios previos que estipulan que es necesario adaptar el programa de autocuidado a la comunidad de pacientes para asegurar asistencia y, posiblemente, mejorar los resultados clínicos (Campos, 2007;Cruz-Bello et al, 2014;Flores-Pérez et al, 2015;McEwen et al, 2010;Salcedo-Rocha et al, 2008). Cabe destacar, que no se evaluaron las características de los pacientes para determinar si hubo factores externos, es decir, factores de confusión que impactaran los resultados.…”