“…Dicha situación, se ve reflejada en los altos índices de segregación escolar, falta de reconocimiento a la profesión docente y agobio del profesorado (Campos-Martínez y Guerrero, 2016;Contreras y Macías, 2002;García-Huidobro, 2007;Mujica y Orellana, 2019;Oliva, 2008;Puga, 2011;Cavieres, 2014). Tal como se ha señalado, el currículo escolar chileno ha sido muy criticado por su carácter reproductivo de los aprendizajes y su perspectiva tecnocrática dominante de estandarización (Donoso, 2005;Moreno, Gamboa y Poblete, 2014;Moreno, Rivera y Trigueros, 2014;Oliva y Gascón, 2016). Por ello, es imprescindible que sucedan cambios profundos en la educación escolar chilena, para así avanzar hacia una educación transformadora, crítica, basada en el diálogo, el amor y la cooperación (Carter-uillier y Moreno, 2018;Freire, 2004).…”