“…Sin ánimo de exhaustividad pueden citarse, en el caso argentino, los antecedentes pioneros de Tarzibachi (2017), Felitti (2016;, Rohatsch (2013 y 2015), y Felitti & Rohatsch (2018), quienes analizan de manera especial las experiencias cotidianas del ciclo en mujeres de la clase media urbana de Buenos Aires. También los ejemplos de Guillo Arakistain (2013 y 2014) en el contexto urbano vasco, y de Sosa- Sánchez et al (2014) y Ramírez Morales (2016) en el caso mexicano, así como las distintas aproximaciones que, desde otras latitudes, se han venido proponiendo en relación al activismo menstrual contemporáneo (Bobel, 2010;Fahs, 2016); a las tecnologías menstruales (Vostral, 2008); o a las resignificaciones (capitalistas o espirituales) de la menstruación (Kissling, 2006;Fedele, 2014).…”