Pasión por el Trabajo: Evidencias de Validez Discriminante, Predictiva e Incremental

Abstract

Resumen El objetivo de este estudio fue establecer la validez discriminante, predictiva e incremental de la pasión por el trabajo respecto a los constructos de flow, implicación y satisfacción laboral, respectivamente. Se realizó un estudio empírico-instrumental con una muestra no probabilística (510 trabajadores, 54% mujeres). Análisis de ecuaciones estructurales exploratorios (ESEM) mostraron saturaciones cruzadas inferiores a .30 y un adecuado ajuste de un modelo hepta-factorial oblicuo (GFI = 0,92, CFI = 0,90, TLI = .91, RMSEA = 0,04). Los valores de varianza media extraída, de su raíz cuadrada y de la proporción heterorasgo-monorasgo indicaron capacidad de discriminación entre los constructos (AVE > 0,50; √AVE < r; HTMT < 0,90). Análisis de regresión múltiple jerárquica confirmaron la contribución significativa de la pasión en la explicación de la satisfacción (pasión armoniosa: β= .49, t= 10.96, p = 0,000; pasión obsesiva: β= 0,15, t = 3,82, p = 0,000; F(6, 503) = 91,87, p = 0,000; R2 = 0,579). Los resultados obtenidos demuestran que la pasión por el trabajo es un constructo teórica y empíricamente distinguible, capaz de explicar actitudes organizacionalmente relevantes.

Pasión por el Trabajo: Un Estudio Instrumental con Trabajadores Argentinos

“…Asimismo, la raíz cuadrada del AVE fue mayor que la correlación al cuadrado entre cada dimensión y las demás, ratificando la independencia empírica de los conceptos analizados. En línea con tales resultados, un reciente estudio (Salessi & Omar, 2018a) ha demostrado que los constructos pasión por el trabajo, flow e implicación en el trabajo cumplen el criterio de validez discriminante, puesto que sus respectivas mediciones son empíricamente únicas y cada uno de ellos representa un fenómeno que los otros constructos no capturan.…”

“…Si bien la compulsión por el trabajo es el denominador común entre pasión obsesiva y adicción, esta última es incompatible con experiencias de placer y disfrute (Taris, van Beek & Schaufeli, 2014). Contrariamente, en la pasión el placer constituye un aspecto central, incluso entre los obsesivamente apasionados (Salessi & Omar, 2018a;Orgambídez-Ramos et al, 2014;Zito & Colombo, 2017).…”

Pasión y estado de flow en bailarines de una escuela de danza

“…La pasión es una emoción en la que el ser humano identifica una actividad gustosa que es de gran importancia en su vida, requiriendo energía e inversión de tiempo para un desarrollo firme y correcto con la disciplina abarcada (Vallerand y Vermer, 2013;Salessi y Omar, 2018). Ante ello, la tendente inclinación que tiene el ser humano a una actividad apasionada le accederá vivir experiencias óptimas y satisfactorias que conducirán a un auto reconocimiento e individualización (Vallerand et al, 2003).…”

“…En la pasión armoniosa, la persona valoriza una actividad con mucha relevancia y significancia, disponiendo un balance con otras actividades de su vida para el desarrollo de habilidades, fortalezas, sentimientos de competitividad, emociones óptimas autonomía, y autoeficacia (Salessi y Omar, 2018;Salessi y Omar, 2020). Esta dimensión se define por la asimilación que habita entre el ser humano y una actividad que es integradora en cuanto su identidad, manifestando sus emociones y pensamientos a través de trabajo, dedicación y 2 energía dada de manera libre (Carpentier, Megaeu y Vallerand, 2012).…”

“…Por el contrario, la pasión obsesiva es la asimilación que tiene la persona por una actividad en que siente la necesidad y urgencia de realizarla, hasta en situaciones que no le corresponde, generando que las presiones se vuelvan inmanejables y despóticas (Forest, Mageau, Sarrazin y Morin, 2011;Salessi y Omar, 2018). Además, esta dimensión se caracteriza porque las aspiraciones o intereses que posee la persona están en mayor relación con los resultados, siendo factores externos como la aceptación social o validación de la autoestima, posibilitando la parcialización de la identidad propia que reduce otras rutinas vitales (Pedrosa, García, Torrado y Arce, 2017;Salessi y Omar, 2018;Vallerand y Verner, 2013).…”