“…Las fuentes etnohistóricas del siglo XVI describen la composición étnica de valles y altos del Corregimiento de Arica, que estuvo integrada por "pescadores" y "agricultores" yungas, que comparten el mismo legado cultural, concepciones ideológicas y estructuras organizacionales duales (Muñoz, 1989;Durston e Hidalgo, 1997;Horta, 2010Horta, , 2011Muñoz y Choque, 2013). Asimismo, documentos y datos arqueológicos sostienen que dichas sociedades poseyeron una autosuficiencia económica y política desde el Intermedio Tardío (Horta y Agüero, 2009;Horta, 2013), y más tarde, integradas a las zonas de influencia de los reinos altiplánicos e incas, cuyas estrategias de dominio fueron la movilización de colonias o mittanis, 1 que constituyeron enclaves productivos de carácter "estacional o permanente" Palomeque explican que los "originarios" son tributarios de pueblos de indios y sujetos a sus autoridades indígenas, 6 que pagan tributos y participan de la mita; 7 y los "forasteros" son aquellos originarios que abandonaron sus pueblos de reducción u origen y se radicaron en otros lugares (Hidalgo, 1984b;Hampe, 1985;Serulnikov, 2003;Sanhueza, 2008;Escobari, 2012;Castro y Palomeque, 2016;Tell y Castro, 2016;Saldarriaga, 2017). 8 Situación que fue particularmente compleja en algunos repartimientos de Arequipa, pues el tributo que pagaban los indios, según Jürgen Golte, "estaba por encima del promedio del virreinato" (Golte, 1980, p. 35), obligando a los indios a trabajar en pueblos distantes para pagar la contribución.…”