“…La TB es una enfermedad desatendida y ha representado un gran desafío para la salud pública brasileña, ya que afecta principalmente a poblaciones en situación de vulnerabilidad social (personas en situación de calle, en el sistema penitenciario, indígenas, entre otros) que enfrentan dificultades para acceder a servicios de salud. La sociedad civil puede jugar un papel crucial junto con los servicios de salud y gestores, luchando por mejorar la calidad de vida, la dignidad de la persona, la familia y las comunidades afectadas por la enfermedad (1) . Desafortunadamente, solo el 71% de las personas que inician el tratamiento de la TB en Brasil lo completan, cuando la tasa esperada era como mínimo del 85%, es decir que está por debajo de las metas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (2) .…”