“…como se ha planteado por algunas posturas teóricas del género y amor. Sin embargo, pese a las resistencias, es importante visibilizar emociones subversivas (Solana & Vacarezza, 2020), alianzas y nuevas rutas -que se afianzan en las relaciones materno-filiales-a través de las que las mujeres resisten y politizan sus afectos (Neila, 2013), mismos que se vuelven "una fuerza colectiva efectiva y superadora de violencia" (Butler, 2020). En este sentido, propongo mirar cómo, a través de un padecimiento, los ch'oles hablan de lo que Federico Besserer (2000) denomina regímenes sentimentales, un tipo de orden afectivo bajo el cual se sustenta el orden estatal, comunitario y familiar que mantiene las desigualdades, que si bien puede subvertirse al existir nuevas fórmulas alternas en disputa, también encuentra otras nuevas para renovarse; o economía de los afectos, como lo denomina Sarah Ahmed (2015), circuito reproductivo a través del cual se generan, reproducen y distribuyen social y diferencialmente las emociones.…”