“…A nivel competencial, no se alcanza un nivel de desarrollo alto para ninguna de las operaciones históricas implicadas, siendo lo más frecuente un nivel medio, en el caso de la realización de preguntas y la justificación de la idoneidad de las fuentes, y un nivel bajo, para la lectura de estas. La desconsideración que los alumnos realizan de las fuentes históricas, no introduciéndolas en el proceso de investigación, no resulta extraña de acuerdo con otras aportaciones similares que hablan de que, cuando hay que relacionar fuentes o la información de una fuente resulta contradictoria, se tiende a considerar, directamente, que la fuente no es útil (Reis, 2021;Simão, 2016). Asimismo, en su lectura, las fuentes no tienden a ser interpretadas según el contexto histórico donde se originan ni desde la intencionalidad de sus autores, sino por la información explícita que ofrecen (Alves, 2011;Simão, 2016).…”