En este artículo, el objetivo es reflexionar sobre la existencia cambios ocurridos en las ciudades, los sistemas sanitarios y la familia extensa a partir de las afectaciones provocadas por el COVID-19. El artículo se desarrolla considerando las aportaciones de Acosta (2020); Cruz (2016); Porreca y Rocchio (2016); Valadez (2020); Vélez (2014); bibliografía y hemerografía producida en los últimos años y días. Entre los principales elementos de análisis se consideró el contexto situacional: las ciudades, las instituciones de salud y el personal de enfermería, su relación con los hogares y la familia extensa. La hipótesis es que, a medida que el COVID-19 avanza o permanece los trabajadores de la salud han solicitado el apoyo de la familia extensa, y sin importar la edad o los factores de riesgo, se otorga el apoyo, lo que impacta en incremento del trabajo, situación que ha modificado su vida cotidiana. Metodológicamente es una investigación exploratoria de corte cualitativo, el método utilizado fue la aplicación de siete entrevistas semiestructuradas, la selección de participantes atendió al criterio de muestreo intencional considerando trabajar en el sector salud y haber experimentado la muerte de un familiar por COVID-19. En la matriz de operacionalización se crearon 4 dimensiones: 1) Ciudades y COVID-19; 2) sector salud y trabajo, 3) hogar, y familia, 4) actores del proceso. El artículo concluye que la vida cotidiana de las ciudades, de los trabajadores del sector salud y de la familia extensa se transformó, y ahora para todos los actores el tiempo de trabajo aumentó, y las relaciones sociales que caracterizan a la familia tradicional se han fortalecido, se prevé un cambio cultural en el sector sanitario cuyas manifestaciones se podrán observar a futuro.