La propuesta de este ensayo es ahondar en las genealogías de la matriz violento-genética del proyecto occidental en la vida cotidiana de la considerada "última selk'nam" de Tierra de Fuego, Lola Kiepja, narrada por la antropóloga Anne Chapman. Decidimos ubicar este texto en las producciones artísticas de la casa - como metáfora femenina de lo nacional - para anclar en las que llamamos "políticas de lo mínimo" como formas de resistencia a la matriz colonial desde una perspectiva transdisciplinaria. A partir de una epistemología política de un "Tercer Feminismo", como presentado por Bidaseca, nos aventuramos hacia un rescate de lo femenino menor, buscando dibujar las coordenadas de lo que Marta Sierra llama un "mapa en ruinas". Este mapa subalterno se reconstruye sobre la fisura de un feminismo mestizo, aprisionado entre lo que la chicana Gloria Anzaldúa denomina un estado de permanente "nepantlismo mental", hecho de lo "heredado, lo adquirido, lo impuesto".¹ El objetivo de este trabajo es hacer una reflexión sobre cómo distintos modos de violencia contra lo femenino (como lo menor, lo obsceno - lo dejado fuera de la escena social) nos permita inscribir una genealogía de la memoria poscolonial en diálogos sur-sur que atraviese distintas geografías y mapas de poder.
Resumen: La obra de Luisa Futoransky se construye como una “literatura menor” tal como la definen Deleuze y Guattari. Sus poemas y novelas emplean el collage como una forma de “subal-ternizar” el lenguaje literario a fin de cuestionar las grandes narrativas nacionales. Sus textos expresan un pensamiento de fronteras que está traspasado por inquietudes feministas. En el presente trabajo se analiza el modo en que la memoria transatlántica construye el lugar de la “subalternización” en los textos de Futoransky. Por medio de un análisis del uso del collage y otros mecanismos narrativos y poéticos, el trabajo propone leer la obra de Futoransky a partir de una estética desterri-torializadora que se caracteriza por: la disolución del sujeto, el uso del collage, la cita como un mecanismo posmoderno; la estética desfami-liarizadora, el humor y el artificio, y la memoria como la fuente de una estética trasatlántica. El trabajo analiza el modo en que Futoransky explora las tensiones en la relación entre memoria y lugar a partir de un análisis de las tensiones entre lo global y lo local. Palabras clave: Futoransky, literatura menor, subalternización, desterritorlización.Abstract: The works by Luisa Futoransky are representative of what Deleuze and Guattari define as a “minor literature”, a literature that questions the relationship between nation and literary canon. Her novels and poems use collage as a way to represent this “minor literature”, a medium to create a subaltern voice in her literature. Hers is a literature that lives in the borderlands, experiencing the border from a feminist perspective. In this essay, I propose a reading of Futoransky’s works from a transatlantic and subaltern perspective. Her aesthetic project breaks the bonds between language and territory. The main strategies analyzed here are: the dissolution of the subject, the use of collage and quotation as postmodern techniques to destabilize meaning, humor, and a poetic memory that challenges national borders. This paper analyzes how Futoransky explores the tensions between memory and place from the complexities of global and local dynamics. Keywords: Futoransky, Minor Literature, Subalternization, Deterritorialization.
scite is a Brooklyn-based startup that helps researchers better discover and understand research articles through Smart Citations–citations that display the context of the citation and describe whether the article provides supporting or contrasting evidence. scite is used by students researchers from around the world and is funded in part by the National Science Foundation and the National Institute on Drug Abuse of the National Institutes of Health.